El resultado es la obtención de células madre embrionarias humanas, las
células aparentemente mágicas capaces de transformarse en los más de 200
tipos de célula que forman una persona.
El logro, publicado el miércoles en la publicación Cell, podría
resucitar el campo de la medicina de las células madre, que ha sido
frenado por desafíos técnicos y problemas éticos.
Hasta ahora, las fuentes más naturales de las células madre
humanas han sido embriones humanos, cuyo uso en investigaciones
presenta dilemas éticos. La técnica anunciada por científicos de
la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon y el Centro Nacional de
Investigación de Primates de Oregon usa óvulos humanos no
fertilizados.
La eliminación del requerimiento de embriones humanos podría
aumentar los intentos en el uso de células madre y su progenie para
reemplazar células dañadas o destruidas en enfermedades del
corazón, el mal de Parkinson, la esclerosis múltiple, daños en la
médula espinal y otras condiciones devastadoras.
Sin embargo, el logro también podría revivir temores de
clonaciones reproductivas, o la producción de copias genéticas de
individuos vivos o muertos.
Incluso antes de la publicación del estudio, un organismo civil
británico llamado Alerta sobre Genética Humana protestó sobre la
investigación.
"Los científicos finalmente han dado a luz al bebé que los
futuros clonadores de humanos han estado esperando: un método para
crear embriones humanos en forma confiable", dijo el doctor
David King, el director del grupo.
"Esto hace imperativa la creación de una veda legal
internacional a la clonación humana antes que se lleven a cabo otras
investigaciones como esta. Haber publicado esta investigación es en
extremo irresponsable", destacó King.
Entre científicos, sin embargo, el logro está siendo celebrado
como "una proeza", como dijo el biólogo George Daley, del
Instituto de Células Madre de Harvard.
"Esto representa un logro sin igual. Tuvieron éxito donde
muchos otros grupos fracasaron, entre ellos el mío", dijo
Daley.
El fracaso de más alto perfil fue el del biólogo Hwang Woo-suk,
de la Universidad Nacional de Seúl en Corea del Sur.
En 2005, el científico surcoreano y su equipo ocuparon portadas
en todo el mundo cuando afirmaron en la publicación Science que
habían creado células madre embrionarias a través de
transferencias nucleares, la misma técnica usada por los científicos
del estado de Oregon. La afirmación de Hwang resultó mentira y se
convirtió en uno de los casos de fraude científico más infames de
la última década.
Si el logro de Oregon es validado y puede ser replicado por
científicos en otros laboratorios, ofrecería una tercera forma,
potencialmente superior, de producir células madre embrionarias.
El campo de las células madre comenzó en 1998, cuando
científicos en la Universidad de Wisconsin liderados por Jamie
Thomson anunciaron que habían obtenido células de embriones humanos
de pocos días, llamadas blastocistes.
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